Las oficinas, los estudiantes, los diseñadores y muchos otros usuarios hacen uso constante de impresiones para múltiples labores. Se suele utilizar para administrar datos, ilustrar gráficos, tener información a la mano o presentar oficios u otros documentos importantes. La imprenta era muy compleja en un principio, casi artesanal, y evolucionó hasta llegar a los métodos actuales, tales como impresiones mecánicas o digitales. La impresión digital es un proceso que transcribe la información de un formato digital (imagen o texto) a un papel u otro material. Trae consigo una lista de beneficios, siempre y cuando se realice de la manera correcta, considerando la máquina y la tinta, entre otras cuestiones.
Un aspecto muy importante que se debe de tener en cuenta es el papel, ya que existe una gama amplia de materiales y tamaños. Puede tener mayor cantidad de celulosa, algodón u otras fibras, puede ser de mayor o menos gramaje y ser más pequeño o más grande. Mientras más celulosa contenga el papel, es de mejor calidad. Si el gramaje es mayor, el papel será más pesado, resistente y consistente. Relativo al tamaño, las medidas más comunes son A4, A3 o B4, cercanos al tamaño carta y oficio, luego A0 para carteles, y otras medidas, aunque también pueden encontrarse impresiones en todos los tamaños: 4 A0, 2 A0, A1 hasta el A10. También hay papel en medidas B y C, y otros, pero son poco comunes.
Dependiendo del uso que se le dará, es recomendable cierto tipo en específico. Los papeles más comunes para imprimir son bond, glossy, reciclado y algunos satinados. Otros papeles son utilizados en procesos mecánicos y no digitales. Estos papeles son adecuados por el gramaje, ya que los papeles muy delgados o de consistencias inadecuadas se pueden doblar en el momento de imprimir o puede rechazar la tinta.
• Bond. Es el papel más común, es mate y de costo reducido. Es bueno en calidad. Dependiendo del tipo de tinta que se le aplique, puede que la impresión salga borrosa. La impresión por inyección es muy buena, sin embargo es más costosa. Por el otro lado, la impresión láser puede salir con tinta deleble si no es de alta calidad.
• Glossy. Este papel se utiliza cuando se van a imprimir fotografías o imágenes y textos. Es un papel brillante y de buena consistencia. Por su alta calidad, su precio suele estar por encima otros tipos de papel. Los diseñadores o fotógrafos hacen uso de este papel cuando necesitan entregar trabajos profesionales, aunque también se suelen hacer brochures o encartes publicitarios. Debido a su material, solo puede ser utilizado para impresoras de inyección, ya que el láser las puede derretir por sus altas temperaturas.
• Reciclado. Es igual que el bond es casi todos los aspectos. Su nivel de blancura es menor porque el proceso de reciclado no depura todos los imperfectos, sin embargo también es de una buena calidad. Su presentación no es la mejor cuando se busca formalidad, pero se recomienda utilizarlo en procesos internos de la empresa, en otras palabras, cuando no será mostrado al cliente. No tiene nada de malo, solo es su presentación.
El papel puede ser mate y brillante, se llama satinado. También puede ser brillante nada más, como recubierto por mica. El papel bond es mate con poco brillo. Las impresiones a color necesitan de papel de mayor gramaje, más pesados. De no ser así, se ondula el papel y pierde su presentación limpia. Hay muchos tipos de papel. Si quieres experimentar, primero intenta varias veces con los distintos tipos antes de realizar la impresión final. La variedad es muy grande, por lo que recomendamos acercarse a un profesional de la impresión para que te ayude a elegir el que mejor se adapte a tu proyecto.